Cayó «La Imbatible» – Quilinic el Diario

Cayó «La Imbatible»

        Ingresó al municipio en los últimos años de la administración Romo, producto de oportunidades laborales que la ex alcaldesa otorgaba a personas cercanas a los sequitos religiosos, con quienes mantenía una reciprocidad  implícita. Al poco andar, se alineó a la candidatura de Juan Carrasco a la alcaldía con el claro propósito de cimentar sus ambiciones que a esas alturas ya eran de ribete político, matiz que contrarrestaba con el postulado de su credo que sostiene que no se debe vincular la fe con la sucia carrera política. Al Asumir Juan Elviro, y a modo de compensación por la manipulación de gran parte de los votos del pueblo evangélico a su opción, le asigna uno de los primeros cargos fantasmas de las últimas décadas, asesoría en Gabinete, con una remuneración que no respondía a otra cosa que un favor político y no precisamente a sus aptitudes o preparación académica. Esta situación de confort laboral no provocó otra cosa que un incremento en su carácter déspota y un pronunciado abuso de poder en contra de sus pares, contribuyentes y dirigentes. Luego de su deslavado paso por el gabinete de Carrasco y en base a las presiones por el abultado e injustificado sueldo que recibía, es asignada a la oficina del Cementerio Municipal el año 2014, y aquí comienza quizás su más notoria y vehemente lucha por obtener poder e influencia, ya que en este cargo y con un contrato articulado en otra modalidad obtendría más sueldo e ingresaría con la venía del ex alcalde al territorio de las ferias libres y persas (aunque su contrato expresaba otras funciones) y aprovechando este nicho de votantes y la fidelidad de algunos dirigentes influenciables ,comenzaría una campaña por la concejalía para las municipales del año 2016 con el slogan que la autodefinía como imbatible, pero lejos de obtener un cupo en el concejo municipal, lo que obtuvo fue un contundente dictamen de la Contraloría (1035 del 06/01/2016) que conminaba al municipio a iniciar un sumario a Marioly Flores por desarrollar labores en un cargo que sólo correspondía a funcionarios de Planta y del área municipal, no a funcionarios externos. Punto aparte, es la seguidilla de protestas frente al municipio por parte de los comerciantes que la sindicaban como principal responsable por el desmadre en los distintos sindicatos de feriantes y sus liderazgos. Ante esto, y frente a su derrota en las urnas, decide anunciar su renuncia para evitar el escándalo de mayor proporción y obviamente la mano del contralor de la República, situación que Carrasco solapó y maquilló para que Flores siguiera luego de un tiempo ejerciendo el mismo puesto y con los mismos dividendos salariales. El Junio del año 2020, el Congreso despachó la Ley que limitaba el número de periodos de postulación para alcaldes, decisión que dejó fuera de carrera al por entonces alicaído Juan Carraco, dejando entre sus eventuales “viudas” a Marioly Flores, que demás está decirlo, había formado su carrera en todos los ámbitos al alero de éste último, por lo que la reacción inmediata para ella fue considerar otra alternativa al sillón de la alcaldía, se decide por la opción que más le representa de acuerdo a su postura ideológica, Mario Alvear.  Tras los resultados de las municipales en mayo recién pasado, y el pésimo registro de votos del candidato de la derecha, el pseudo imperio de Marioly llegaba a su fin, atrás habían quedado los años del apogeo de su cuasi poder e ingresos económicos exorbitantes, ahora le tocaba enfrentar un rostro nuevo en la gobernación local, pero lejos de preocuparse por el término de sus privilegios mantuvo conductas impropias de un funcionario, como por ejemplo adjudicarse horas de sobretiempo desde la comodidad de su segunda vivienda en el sur del país, sin sospechar que todo estaba siendo monitoreado por la aplicación telemática que el municipio había implementado hace algunos años. El 05 de agosto del 2021 fue el día del ocaso de más de dos décadas de un poder mal otorgado y de una de Las representaciones más gráficas de lo que la política no debe provocar en las personas, Ana Marioly Flores era notificada acerca de su desvinculación del municipio, no sin antes llevarse su “irónicamente” merecida indemnización por años de servicio por un monto de $11.800.000.

     Su legado no es meritorio de elogios, todo sus antojos e impronta soberbia amparada por el ex Edil Juan Elviro Carrasco no dejaron sino una sensación de tardía pero necesaria justicia en los pasillos de la municipalidad y los corredores de las ferias y persas de la comuna y por qué no decirlo, también en las desoídas ovejas del rebaño que le corresponde pastorear en la vecina comuna de Lampa. Esta vez su continua tendencia a victimizarse no había surtido los efectos esperados en la autoridad regente, sólo le quedaba la opción de alegar injusticia y persecución política al igual que un jugador de fútbol las emprende contra el VAR sabiendo que la pelota si tocó su mano.